Hay algo extraño e inquietante en la música de Pablo Galiano. Pretendiendo hacer un análisis de estilo podemos encontrarnos con una mezcla de músicas más o menos accesibles y conocidas: blues, rock, surf, tango, folk…etc. Sin embargo, la asimetría en las proporciones de la mezcla de estos elementos puede confundir a la hora de buscar una etiqueta lo bastante precisa como para definir su sonido a quien nunca lo haya escuchado.
La lírica de las canciones establece una comunión cinematográfica con los ambientes musicales: hueso desnudo y rabia no contenida que se proyecta hacia una línea de horizonte esperanzadora pero inalcanzable.
Músico de largo recorrido, parte de su aprendizaje transcurrió en La Alameda de Osuna donde formó parte de bandas como “Blu Culebra”, “Lola Sioux”, “Perros de Paja”, etc. En las que compartió experiencias con miembros de “Buenas Noches Rose”, “Le Punk”, “Pereza”… Antes de echar a andar su propio camino en solitario.
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